El pasado mes de marzo, en la preciosa villa medieval de Briones (situada en uno de los enclaves vitivinícolas más importantes de La Rioja Alta), abrió sus puertas Santa María Briones, un hotel boutique de alta gama donde reencontrarse con uno mismo y redescubrir la oferta histórica y de ocio de la zona. Propiedad de Jaría Hoteles, Santa María Briones es un proyecto largamente acariciado por la familia promotora: un riojano y una portorriqueña afincados desde hace tiempo en EE.UU. que deciden volver a esta tierra para recuperar las raíces casi olvidadas y su amor por una tradición cultural pegada al mundo del vino.

Ubicado en el centro histórico de la localidad riojana, el hotel Santa María Briones se encuentra en una casona civil del siglo XVI de alto valor histórico, muy cerca de las murallas de las Cuarenta y del Torreón, cuyas espectaculares vistas tienen como telón de fondo los meandros del río Ebro. El proyecto de recuperación de esta casa solariega ha sido realizado por el arquitecto Ignacio Quemada (responsable, en La Rioja, de la bodega Campo Viejo o del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino) y el estudio de interiorismo Isabel López Vilalta & Asociados quienes, respetando ciertos elementos originales del edificio y a partir del uso y combinación de la luz con materiales nobles de origen natural (como la piedra o la madera), han conseguido crear espacios de atmósfera intimista.

Santa María Briones cuenta con 16 amplias habitaciones de diferentes categorías (Estándar, Superior, Deluxe y Junior Suite, además de la gran habitación Berones, construida en dos niveles y pensada para disfrutar de un extra de privacidad y calma), con vistas al majestuoso paisaje que ofrece el Ebro, con sus viñedos a los pies de la Sierra de Cantabria, a la muralla defensiva, integrada también en el patio interior del alojamiento (un lugar de relajación y esparcimiento, ideal para esos ratos de tranquilidad), o al Briones medieval. Estancias muy luminosas, decoradas con tonos naturales, equipadas con tecnología y domótica pensadas para el confort y dotadas con todo tipo de servicios para hacer de la estancia una experiencia sensorial e inolvidable.

La oferta gastronómica está en manos del logroñés Juan Cuesta, formado en restaurantes como El Portal del Echaurren junto a Francis Paniego, Venta Moncalvillo de los hermanos Carlos e Ignacio Echapresto, el MB de Martin Berasategui en Tenerife o Las Rejas de Manuel de la Osa, quien se ocupa de los fogones del restaurante Allegar (término que en la jerga local significa “rebañar el plato”). Una propuesta culinaria que reinterpreta el recetario riojano a partir de ingredientes de primerísima calidad procedentes de huertas y de productores locales, tratados con el máximo mimo, con técnica depurada y respeto.

La ensalada de perdiz escabechada, la crema de bacalao con setas al romero o las lecherillas de cabrito con pimiento riojano son solo una pequeña muestra de los platos incluidos en la carta. Además, el restaurante cuenta con un reservado ubicado en un antiguo lagar donde se pisaba la uva, ideal para comidas en grupo.

En Santa María Briones también se ha recuperado el calado original de la casa, un elemento importantísimo asociado a la cultura del vino en La Rioja: pequeñas cuevas excavadas en la roca que se usaban antaño para elaborar, criar y envejecer que en la actualidad suelen usarse para comidas informales. El Calado del hotel, además de ser uno de los mejor conservados de la zona, replica de cierta manera este uso para convertirse en el sitio idóneo para degustar un menú típico de producto riojano. La Habladilla es el reservado que se encuentra sobre el calado, equipado con toda la tecnología necesaria para reuniones profesionales.

Las zonas comunes se completan con un amplio salón con chimenea y biblioteca con el antiguo aljibe de origen medieval y una cafetería adyacente, un pequeño gimnasio con terraza en la tercera planta o el párking privado con cargador Tesla para todo tipo de vehículos eléctricos. A nivel de servicios, hay que destacar la recepción 24 horas y el Concierge Service, para transfer o para cualquier necesidad que planteen los huéspedes.

Santa María Briones ofrece además diversas experiencias lúdicas, como la posibilidad de concertar visitas guiadas al abundante patrimonio cultural de la villa y del resto de la región o a las bodegas más emblemáticas de La Rioja. También dispone de paquetes de reserva personalizables para disfrutar de estancias únicas adaptadas a cada persona.