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MANDARINA BRAND SOCIETY, RESPONSABLE DEL REBRANDING DEL PARLAMENT BALEAR

La consultora de branding mallorquina Mandarina Brand Society es la responsable del rebranding del Parlament de les Illes Balears. Desarrollado en el contexto de 40 aniversario del Estatuto de Autonomía, el rebranding se expresa en el claim Oberts i connectatsuna declaración de intenciones que sintetiza la esencia como marca del Parlament-, y un sistema visual completo que garantizará mayor engagement y reputación para la institución.

Para Pilar Domínguez, cofundadora y Directora creativa y de estrategia de Mandarina Brand Society, “el proyecto supone un hito muy significativo por su trascendencia pública, política y social. Además, viene a demostrar que, al igual que para las marcas comerciales, para las instituciones el branding es un elemento indispensable a la hora de generar percepción de legitimidad y relevancia en los públicos”.

La nueva identidad del Parlament creada por Mandarina Brand Society representa la unión de la ciudadanía de las cuatro islas apuntando a una meta común, unidas para lograr un mismo objetivo. Los espacios triangulares resultantes de esta unión son espacios simbólicos para el diálogo, para la convivencia, para el consenso. Juntos dan lugar a una forma que recuerda a un hemiciclo, el espacio de acción del Parlament, el centro de la palabra. Es, además, un libro abierto, una voluntad de transparencia y de claridad compartida.

La renovación de la imagen del Parlament perseguía varios objetivos: por una parte, diferenciarlo del resto de instituciones locales y autonómicas con las que el Parlament convive y compite en atención, Ajuntaments, Consells Insulars o Govern de les Illes Balears. Por otra, generar reconocimiento de marca y ocupar en la mente del ciudadano el lugar que les corresponde como organismo de referencia y hacerlo de forma coherente con lo que la propia casa deseaba proyectar.

Otra de las premisas fue reducir la distancia percibida entre los valores de la institución y los de la ciudadanía deslindándose de la herencia del pasado y de la identidad anterior, expresada prácticamente en un solo logotipo con imagen del propio edificio del Parlament. Finalmente, se quería poner en valor la transparencia, la honestidad y el compromiso de la institución con la realidad actual de las cuatro islas y de sus ciudadanos.

Una identidad unitaria para un territorio fragmentado en islas

Otro reto para la nueva imagen fue generar sentimiento unitario hacia una institución que representa un territorio fragmentado en islas, cada una con sus matices identitarios que las hacen únicas y diferentes. Trasladar esa diversidad presentaba problemas de traducción gráfica y de mensaje.

Mandarina decidió enfocar la imagen “en lo que nos une más que en lo que nos diferencia. Centrarlo en el espíritu abierto y emprendedor de una ciudadanía balear que mira al futuro, en la necesidad de contar con unas instituciones que nos representen no solo en proporcionalidad numérica y territorial sino en espíritu y valores. Entendiendo el Parlament como ese lugar que conecta con esas inquietudes y donde se trabaja desde el diálogo por un bien común a las cuatro islas a través de su representatividad”, explica Domínguez.

Como resultado de ese proceso, se llegó la promesa de marca Oberts i connectats, una declaración de intenciones y la síntesis de la esencia como marca del Parlament, que resume este espíritu de apertura, transparencia, conexión e integración en las inquietudes de la sociedad.

Se sustituye una identidad logocéntrica por un sistema visual completo

La identidad anterior carecía de un sistema visual desarrollado más allá de un logotipo y unos colores corporativos. Era una identidad logocéntrica, sin ningún asset adicional ni guidelines que permitieran construir una expresión modulada y matizada de marca. Tampoco contaba con elementos para proyectarla como una marca sólida que generaran mayor engagement y reputación. El objetivo ha sido ampliar el abanico de assets y construir ese sistema para optimizar los procesos de desarrollo y mantenimiento, convirtiendo cada punto de contacto en una oportunidad para conectar con la ciudadanía. Con este desarrollo se facilita enormemente la tarea, los costes y los tiempos de los equipos internos responsables de la misma.

Con el objetivo de evitar la superposición de ninguna marca política con la marca institucional, se ha optado por una paleta de color de alto impacto visual. Blanco y negro para generar un contraste elevado y facilitar la visibilidad, la legibilidad, y el reconocimiento. Se suma el Turquesa Mediterrani, que será a partir de ahora el principal color del Parlament. Representa el color del elemento que nos une y define nuestra identidad común, el Mar Mediterráneo.

El sistema visual se completa con dos tipografías, la Lyon Display, una serifa legible, humana y de marcado carácter editorial, que toma el protagonismo a nivel visual y  el peso en la comunicación, ayudando a trasladar los aspectos de relación y conexión en diferentes soportes. Por otro lado, la Inter, es la tipografía de soporte. Es una Google Font sans serif, de trazos geométricos y modernos. El lettering del logotipo está escrito en la versión Medium de la tipografía.

A partir de estos assets se plantea un sistema visual compuesto de diversos elementos que, junto al logotipo, construyen un universo gráfico sencillo y claro y en el que se han trabajado sistema de layouts, estilo fotográfico, diversas aplicaciones corporativas, merchandising, señalización de vehículos, y material para redes sociales.