20 Jun EL DILEMA HUMANO EN EL CORE DEL NEGOCIO SOSTENIBLE
Cambiar el mindset, y valorar los dilemas humanos que se dan en la ecuación negocio & sostenibilidad, la escalabilidad con nuevos modelos que separen la financiación de la toma de decisiones, el proceso desde el story telling al impacto medible, los modelos de suscripción y la tecnología como driver de la sostenibilidad son algunas de las ideas que compartieron el reconocido emprendedor social Bas van Abel, fundador de Fairphone -el primer smartpohe circular justo de principio a fin- y de la Start-up circular De Clique, y Sandra Pina, directora general de Quiero .. Ocurrió en el evento inaugural de Little Big Conversations, el nuevo foro de Sustainable Brands® Madrid celebrado, en colaboración con AMETIC, el 7 de mayo en Madrid.
Sandra Pina y Bas van Abel reflexionaron en torno a la ecuación sostenibilidad&negocio con el hilo conductor de los disruptivos modelos creados por el empresario holandés.
Con Fairphone, Van Abel le dio la vuelta al modelo de sustitución permanente de dispositivos y a la obsolescencia programa clásica del Smartphone con un razonamiento sencillo: “Para hacer un Smartphone que tenga larga vida el cálculo es simple: si haces un teléfono que dure el doble solo tienes que producir la mitad de teléfonos, usar la mitad de materias primas y reciclar la mitad”.
Sin embargo, a la hora de ejecutar esta idea entraron en juego también dilemas humanos y de negocio, como el de hacer un negocio sostenible y a la vez rentable, el dilema humano de crear algo y a la vez destruir (un recurso), el dilema de atreverse a crear cambios sistémicos en lugar de limitarse a mejorar un diseño ya existente.
Todos ellos están en el centro de la visión de Bas Van Abel como emprendedor, diseñador y experto en tecnología. “Una empresa es lo más importante que uno puede diseñar porque está conectada con el sistema económico en su totalidad y lo determina, una empresa puede tener impacto real en el sistema”, señaló.
Coincidiendo con este enfoque Sandra Pina insistió en la necesidad de medir ese impacto positivo con herramientas y el uso del data, como fase previa e indispensable para que las marcas puedan comunicarlo, y demostrarlo a sus stakeholders y a la comunidad.
Fairphone busca cambios sistémicos que desafían el core de su propio negocio. Como empresa social, con una misión de negocio y kpis de venta de Smartphones, también miden los kpis de que el cliente los use el mayor tiempo posible, un dilema esencial.
“Cuando eres consciente de cómo tu modelo de negocio puede ser bueno y malo a la vez, el auténtico desafío es alinear tu modelo de negocio con tu misión, que en el caso de las empresas de impacto es otro”, explicó van Abel. En esta línea Sandra Pina comentó que “es fundamental para que este mindset se extienda, generar conversación a todos los niveles de la empresa y en su entorno. Y tener un buen story telling, porque todo comienza con una historia, (incluso antes de que exista la empresa, como lo demuestra el ejemplo de Fairphone, una idea disruptiva que se vende antes de que el producto esté creado). Un relato que luego tiene que ser transformado en impacto real y medido”.
De Clique, crear valor desde el desperdicio alimentario gracias al data
El segundo caso analizado por Sandra y Bas fue el de De Clique, nacida también de un cambio de mindset. Cuando vamos a un restaurante, o consumimos alimentos nos vemos como consumidores. Pero podemos ser productores de recursos para nuevos productos, transformando lo que se considera un desperdicio alimentario en algo valioso. De Clique recolecta residuos de sus clientes (la mayoría restaurantes), los transforma en nuevos productos y luego los vende a esos restaurantes. El data posibilita este modelo de negocio en el que el cliente es el productor de la materia prima a partir de la cual se crean productos (compost, aceites esenciales…) algunos de los cuales a su vez comprará.
“Les vendemos toda una cartera de productos hechos con cosas que ellos mismos han producido”, explica Bas. De Clique ha desarrollado las apps de gestión y seguimiento que permiten, entre otras funciones, la trazabilidad del proceso, el análisis de los residuos geolocalizados, y los informes de impacto sobre la reducción de huella de carbono. “Tenemos el convencimiento de estar haciendo algo bueno, que además es muy divertido, y en lo que se implican mucho los equipos de los restaurantes. Un gran story telling con impacto”, señala el fundador de la empresa.
No sólo se obtienen productos con valor y precio mucho más alto, que cuanto más venden, más impacto positivo generan, sino que se busca la escalabilidad de un modelo de negocio que mantiene el poder de decisión independiente del accionariado, primando el valor real de la empresa y no la especulación.
Es aquí donde la conversación financiera se vuelve relevante, insiste Pina. “El creciente protagonismo de la inversión de impacto hace cada vez más necesario el diálogo entre las direcciones financieras (inversores institucionales, gestores de fondos o compañías multinacionales) y las áreas de negocio (marca, comercial, sostenibilidad). Es imprescindible que los mundos corporativos y de marca avancen alineados para construir un futuro sostenible y regenerativo. Precisamente este el objetivo de nuestras Little Big Conversations, -recordó- un formato que quiere ir salpicando de conversaciones y debates temas tan necesarios y generar valor al tiempo que cambiamos los paradigmas”.