El pasado 24 de junio, el emblemático hotel mallorquín Cap Rocat recibía a sus primeros huéspedes en esta nueva etapa de desescalada. Casi coincidiendo con la llegada del verano y en el año que celebra su décimo aniversario, el establecimiento regresó a la actividad después de los últimos meses más convencido que nunca de la importancia de disfrutar de los viajes como la experiencia vital que son.

Su ubicación en un área natural protegida de 30 hectáreas -incluidos 2 km de costa protegida- hacen de Cap Rocat el hotel más recóndito y privado del Mediterráneo, y esto, junto a su amplitud y variedad de espacios abiertos lo convierten en el lugar perfecto para disfrutar de la necesaria tranquilidad, así como de la naturaleza, tras la situación de confinamiento y momentos duros de los últimos meses.

El hotel –que se levanta sobre los edificios de la antigua fortaleza de Cap Enderrocat- quiere reforzar la propuesta a sus clientes para que puedan vivir una experiencia única en un entorno de gran riqueza patrimonial y natural. Y es que, precisamente la sencillez de la naturaleza fue la principal inspiración de Antonio Obrador, fuerza creativa de Cap Rocat, a la hora de desarrollar este proyecto, que, en su puesta en escena, defiende una depurada estética mallorquina y una vuelta a la sencillez. Una propuesta que se ha ido consolidando durante los últimos diez años hasta convertirse en un referente del turismo de lujo en España, y que sigue sorprendiendo a todo aquel que lo descubre por primera vez y que no espera encontrar un lugar así en nuestro país.

En esta temporada Cap Rocat pone a disposición de sus clientes su barco diseñado por el propio Antonio Obrador con patrón y capacidad de hasta 11 personas. Los huéspedes podrán realizar salidas de 4 u 8 horas con las que conocer el litoral mallorquín y descubrir algunas de las calas más increíbles de la isla solo accesibles desde el mar. Para completar esta escapada, es posible contar con servicio de catering a bordo con una selección de algunos de los mejores platos del restaurante Sea Club del hotel.

Precisamente, este Sea Club espera revalidar su título como una de las terrazas de referencia de la isla. Se trata del lugar perfecto donde disfrutar de una comida veraniega, con  gran protagonismo de platos a la parrilla y arroces, siempre acompañados de buen vino con el que brindar y celebrar el verano.

Junto con el Sea Club y su acceso directo al mar, así como la piscina de ensueño que se desborda al filo de la antigua muralla sobre la Bahía de Palma, el huésped de Cap Rocat podrá disfrutar en su terraza de una de las más increíbles puestas de sol, o de las colecciones de arte y fotografía que se exponen en zonas comunes y habitaciones.

También, para mimarse, Cap Rocat cuenta con un increíble spa ubicado en uno de los rincones más protegidos de la fortaleza, excavado en la roca e iluminado de forma natural. Para hacer aún más única la experiencia de sumergirse en su piscina de agua salada, el cliente puede aquí elegir entre una amplia carta de tratamientos de belleza y bienestar, algunos de ellos realizados en el  hammam, en el que la cultura del agua y bienestar alcanzan  que completa la instalación.

Miembro de Small Luxury Hotels of the World, Cap Rocat ofrece un total de 30 habitaciones y suites, la mayoría de ellas emplazadas en las antiguas troneras de los cañones. Todas ellas ofrecen una terraza privada desde cuyos gacebos se puede disfrutar de inolvidables puestas de sol. En el enclave más exclusivo de este antiguo complejo militar se encuentra la “Suite el Cabo”, donde además de todas las comodidades propias de las suites, el huésped disfrutará de un amplio salón decorado con piezas exclusivas y de una piscina privada. Por su parte, la “Suite del Mar”, situada próxima a la playa de Cap Rocat, cuenta con jardines y piscina privada, así como magníficas vistas al mar y al huerto de hierbas aromáticas. Finalmente, «Las Centinelas» son tres impresionantes habitaciones ubicadas en los que fueran puestos de vigilancia de la fortaleza de Cap Enderrocat, excavados en la propia roca, y que ahora han sido transformadas en estancias de lujo siempre manteniendo el estilo único del hotel.